8 A 1 AL CAMPEÓN
El 22 de noviembre de 1961, Gimnasia venció al Racing campeón, en lo que fue la máxima goleada de la historia mens sana.

Daniel Bayo , volante central muy dinámico y de gran manejo.
Ese torneo, el Lobo también derrotó a Ferro Carril Oeste por 7 a 1.
Tres fechas antes de la finalización del torneo de 1961, Racing Club ya se había coronado campeón. Había sido el equipo menos vencido del campeonato y uno de los que menos goles había recibido. El 22 de noviembre de ese año, en el Estadio del Bosque lo esperaba Gimnasia, que con la llegada de algunos jugadores y la consolidación de otros, comenzaba a formar las bases de lo que sería el gran equipo del 62.
El partido tuvo un solo protagonista; El Lobo, que de la mano de un inspiradísimo Hugo Carro, marcó al minuto de juego el 1 a 0 a favor. Al rato, a los 21 minutos, a pesar de estar perdido en el campo, Racing logró empatar el partido por intermedio de Federico Sacchi.
El empate parcial no afectó al equipo albiazul, que continuó jugando de manera excepcional y logró a los 32 y 34 minutos, por intermedio de los hermanos Daniel y Diego Bayo, poner rápidamente el marcador 3 a 1 arriba. Todo era una fiesta y encima, al resultado del primer tiempo todavía le faltaba un gol que llegaría a los 45 minutos en los pies del peruano Gómez Sánchez. Era 4 a 1 y a los vestuarios.
De este modo, Gimnasia comenzaba a lucirse y a impresionar a propios y extraños. La gente que había colmado el estadio aplaudía sin saber que todavía faltaba lo mejor.

El campeón pareció Gimnasia
MÁS GOLES PARA UN RESULTADO HISTÓRICO
Muchos podían decir que el segundo tiempo de este partido estaba de más. Pero el Lobo no lo sintió así. Desde que el juez Praddaude dio inicio a los segundos 45 minutos, los circuitos de juego continuaron resultando indescifrables para la Academia y Hugo Carro en la delantera arremetió contra el arco rival con la furia de un verdadero lobo. En 19 minutos marcó tres goles más para dejar el resultado 7 a 1. La fiesta ya era completa, pero aún faltaba el broche.

A diez minutos del final, nuevamente Diego Bayo se anotaba otra perla en la red e imponía, ahora sí, el sorprendente e inolvidable 8 a 1 final. La gloria abrazó a Gimnasia aquella tarde en el Bosque. La gente comenzó a percibir que algo grande se estaba forjando. Y así fue. Un mes después, con la llegada de algunos jugadores, entre los que se destacaba el Tanque Alfredo Rojas, Gimnasia comenzaba el camino del inolvidable equipo de Adolfo Pedernera. El Lobo del 62.

El gran arquero del Lobo, Carlos Minoián.
LOS NOMBRES DE AQUELLA TARDE DE GLORIA
Varios de los jugadores partícipes de la gesta frente a Racing, al año siguiente constituyeron una verdadera maquinaria futbolística. Ellos fueron: Carlos Minoián, Walter Davoine, Pedro Galeano y José Marinovich, Daniel Bayo y Enrrique Brunetti; el loco Luis Ciaccia, Hugo Carro, Eliseo Prado; Diego Bayo y Oscar Gómez Sánchez.
Además formaban parte de aquel plantel: Antonio Arena, Néstor Isella, Ricardo Infante, Juan Risso, Héctor Amatteis, Antonio Guarracino, Guillermo Roleto, Ricardo Mallo, Domingo Lejona y José Perillo. Aquel equipo tuvo la dirección de dos entrenadores, primero estuvo al frente del plantel Aldabe y luego Enrrique Fernández Viola.